ATO, 18 de Noviembre de 2019
18 noviembre, 2019ATO, 02 de Diciembre de 2019
2 diciembre, 2019
Asamblea Templaria de Oración
Del lunes 25 de Noviembre al domingo 1 de Diciembre de 2019
Anno Templi 901
Día 29 San Saturnino, también llamado San Cernin, patrón de Pamplona.
Desde la torre de esta parroquia, situada en el antiguo Burgo de San Cernin, suenan las campanas que marcan la hora de inicio de los famosos encierros de San Fermín. Obispo y mártir, murió despedazado al ser arrastrado por un toro, ante la negativa de adorar al dios Júpiter. Junto a su iglesia hay una placa que cubre un pozo donde se dice que bautizó a los primeros cristianos de Pamplona.
Recordamos a nuestros hermanos de Pamplona pertenecientes a la Encomienda Templaria San Francisco Javier de Navarra.
Esta semana finaliza con el primer domingo de Adviento. Comienza el tiempo de preparación para la Navidad. El nacimiento de Jesús debe marcar nuestras vidas para iniciar nuestro nuevo nacimiento. El que no nace de nuevo no verá el Reino de Dios. Debemos nacer en el mundo del Espíritu. Lo nacido de carne, carne es, y lo nacido del Espíritu, espíritu. El espíritu de Dios no es el humano, no es el cerebro, no es el intelecto, ni el alma. Las cosas de Dios sólo se entienden con la inteligencia del corazón cuando está iluminada por el espíritu divino. El viento sopla donde quiere, y se oye su ruido, pero no se sabe de dónde viene y a dónde va; así es todo el que nace del Espíritu.
TEXTOS DE LA SEMANA
DOMINGO I DE ADVIENTO
Mateo 24, 37-44
En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
LECTURA
¿Qué dice el texto?
Este evangelio nos presenta una forma peculiar de preparación para la Navidad, para la venida del Señor. Nos habla de una venida del Señor un tanto extraña.
Es una narración bastante apocalíptica, pero no se está refiriendo a la primera venida del Señor, sino a la definitiva. Nos habla de cómo de dos labradores y dos mujeres, uno y una se salvarán y los otros dos no. También nos habla de un ladrón, advirtiéndonos “estad alerta” porque no sabéis cuándo todo esto ocurrirá.
MEDITACIÓN
¿Qué dice de mí y qué me dice este texto?
Como seguidores de Jesús debemos cultivar la esperanza activa y contemplativa. Debemos reconocer a Cristo en todo lo bello que nos rodea. Estamos obligados a soñar con una sociedad mejor, vivir con esperanza y respetar y ayudar al hermano. El Adviento nos llena de esperanza a la espera de la Navidad y la venida de Cristo, pero también nos debe ayudar a reflexionar y prepararnos para la venida definitiva.
¿Nos mantenemos vigilantes ante la inesperada llegada de Cristo? Como buenos Caballeros Templarios, y por lo tanto buenos monjes guerreros ¿estamos vigilantes y preparados todos los días para una posible e inesperada llegada de Cristo? Revisemos nuestro comportamiento, dedicación y utilización diaria de nuestro tiempo y hagamos reflexión.
ORACIÓN
¿Qué me hace decirle a Dios este texto?
Padre, estamos a pocos días de tu venida, y queremos prepararnos para ello. Estamos deseosos de acogerte en nuestros hogares y en nuestro interior personal. Empecemos a preparar la Navidad en nuestro interior y en nuestro entorno más cercano, desde ya, de manera que podamos saborearla poco a poco y compartirla y contagiarla a los no creyentes y a todos aquellos marginados.
Padre, te pedimos que nos concedas la gracia de preparar tu venida y reconocerte en los hermanos marginados. Que seamos instrumentos tuyos para transmitirles y hacerles sentir la Navidad. Haznos vivir despiertos, en alerta continua, para que tu llegada definitiva nos encuentre preparados.
CONTEMPLACIÓN
(Permaneced en mi amor, Jn 15,9)
Acepta la mirada del Dios que te ama. Acepta tus nuevos ojos para mirar al ser humano, al mundo, para verle a él y conocer su voluntad. No es momento de preguntas sino de permanecer en calma ante Dios, de sentir ser mirados, y quedar abrazados a la Palabra que nos salva.
ACCIÓN
La Luz del Espíritu y la fortaleza de la Palabra nos enseñarán a contemplar las cosas desde Dios y a acoger en la vida lo que es conforme al Evangelio de Jesús.
Dios Padre te necesita, cuenta contigo, te pide acciones concretas cada día para transformar la humanidad con su Palabra. Proponte cada día una acción concreta que vaya cambiando tu ser.
FORMULA ORACIONAL
de la ASAMBLEA TEMPLARIA DE ORACIÓN
1- Posición y relajación del cuerpo, en pie, sentados o arrodillados cada uno asumiendo la postura que favorezca más su concentración. Lo importante, independientemente de la posición que se adopte, es colocarnos con la actitud de un ser ante su Creador y Padre, rodeados y acogidos por su fortaleza y ternura y transportados al tiempo eterno.
2- Cerrar los ojos. Calmar toda emoción. Silenciar toda actividad mental discursiva e imaginativa. Alcanzar el máximo de intensidad para, como sugiere el Papa Francisco sentir que “La oración no es magia, sino un confiarse en el abrazo del Padre. Tú debes orar a quien te engendró, al que te dio la vida a ti concretamente”.
3- Desde esa actitud, sintiendo como dice Francisco que “tenemos un Padre cercanísimo que nos abraza”, recitamos el Padrenuestro de forma sentida:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, porque nosotros ya hemos perdonado a quienes nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Porque Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos.
Amén.
Versión en Latín:
Pater Noster, qui es in coelis, sanctificétur nomen tuum.
Adveniat Regnum tuum, fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie, et dimitte nobis débita nostra, sicut et nos dimitímus debitóribus nostris.
Et ne nos indúcas in tentationem, sed libera nos a malo.
Quia Tuum Regnum, et Potestas et Gloria, Pater, Filius et Spiritus Sanctus, nunc et semper et in saecula.
Amen
4- A continuación, siguiendo la indicación de nuestro padre San Bernardo que dice que “ésta es la voluntad de Dios: quiere que todo lo tengamos por María”, rezaremos el Ave María.
5- Continuamos centrando la atención dentro de nosotros mismos, en el corazón, tratando de sentir la presencia del Espíritu de Dios en él. Y así, siguiendo el ritmo de la respiración, según el método de Oración Hesicasta decimos interiormente:
"Señor", (alargando la pronunciación al tiempo de la inspiración; al expirar, en profunda meditación decimos): " ten piedad "....
"Señor (inspiración), ten piedad (expiración), o bien: " " Señor Jesucristo (inspiración) ten piedad (expiración).